lunes, 12 de febrero de 2018
Nos gusta Cincuenta sombras de Grey
Leyendo un artículo sobre el mundo del trabajo en España, surgen dudas existenciales que necesitan de respuestas: ¿Cómo convivir con tu pareja, ver crecer a tu hijo, disfrutar de la compañía de tu familia, o dar respuesta a tus ansias de conocimiento si trabajamos en jornada partida, de 14 a 21h., tres días a la semana, y dos días, uno de ellos viernes, de 9:30 a 13:30h., y de 16 a 20:45h.? ¿Cómo no terminar odiando a la empresa, a los directivos y la labor que hacemos cinco días a la semana con un horario que impide desconectar mentalmente de tantísimos problemas y situaciones conflictivas a las que nos enfrentamos cotidianamente? ¿Cómo no disminuir el rendimiento al cabo de un tiempo de estar soportando lo insoportable?
En algunas sociedades se ha observado cómo la vida de quienes trabajamos cambia a mejor si gozamos de mayor tiempo libre y la jornada semanal disminuye y se transforma en intensiva y flexible, disminuyendo así el presentismo laboral, las bajas médicas y llevando a cabo las tareas encomendadas con mayor eficiencia. Sin embargo, determinadas empresas del Tercer Sector, como Aldeas Infantiles, siguen viéndonos como meros animales de carga, de los cuales aprovecharse hasta que reventemos. Entonces, cuando el bicho ya no da más de sí, buscan otro pollino con titulación universitaria o no para que siga cargando todo el día como burro que es.
¿Y hasta cuándo va a durar esto? Porque parece que nos va la marcha y que gozamos cuando abusan de nosotros, nos azotan y meten en la boca un pepino de horas al que somos alérgicos; nos debe poner que llegue el lunes y ya vayamos cabreados a currar, o que aten nuestra vida al centro de trabajo y no tengamos para disfrutar más allá de unas horas durante el fin de semana...
En el siglo que viene, tal vez aparezca en el diccionario la definición siguiente: «Sector de la Intervención Social: conjunto de profesionales expertos en obtener placer al ser dominados o maltratados por sus directivos y entidades, que intervienen con el resto de la población para animarles a enfrentarse a los retos diarios con conocimiento y estrategia adecuados y así alcanzar el éxito en la mejora de sus condiciones de vida, pero que luego no se aplican el cuento consigo mismos».
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lunes, 5 de febrero de 2018
"A cuenta convenio" o las mentiras de Aldeas Infantiles
Aldeas Infantiles sigue mintiendo.
Hace ya un tiempo, esta ONG subió nuestros precarios sueldos un 0,3% (por favor, si hay alguien que cree que estamos bien comparándonos con los que están mal, se ruega use su cerebro para pensar lo que cobran quienes están de puta madre). A través de sus medios de comunicación, Aldeas Infantiles, que parece que no tiene abuela, se felicitó por realizar un esfuerzo titánico tras la puta mierda de crisis en la que banqueros, empresarios y políticos nos metieron al resto... Unos 4 euros más empezamos a cobrar todos los meses en la nómina, hasta que en enero de 2017, la entidad incrementó de nuevo un 1,5% el salario, matando a la última yaya que le quedaba a tenor de las loas hacia sí misma que se dedicó. Además, aprovechó de manera despreciable para tratar de vendernos la moto sobre su deseo de evitar que perdiéramos poder adquisitivo.
En las dos ocasiones, Aldeas Infantiles nos trató poco menos de gilipollas, asegurando que velaba por el bienestar de sus empleados. Sin embargo, se ha descubierto el pastel.
En las nóminas, a partir de hacerse efectivos esos aumentos de sueldo, comenzó a dejarse ver un concepto llamado «a cuenta convenio», con la cantidad económica resultante de la mencionada subida, por cierto, una miseria como ya se comentó en otro artículo. Esa gentuza, que tiene currando más de 120 horas a la semana a las educadoras permanentes, que paga menos a compañeras que realizan igual trabajo que el resto de profesionales, que intenta acojonar o directamente despide a quien protesta, sabía que poniendo el concepto «a cuenta convenio» luego muy seguramente no tendría que subirnos el sueldo cuando las organizaciones vendeobreras UGT, CC.OO y sus amantes de la Confederació, la patronal, firmaran el nuevo convenio y su ridículo incremento salarial.
Resumiendo: la razón verdadera de la subida de Aldeas Infantiles siempre fue quedar a ojos de sus trabajadores como una empresa comprensiva y, de paso, absorver un posible aumento de sueldo una vez se actualizaran las tablas salariales con el III Convenio de Acción Social.
¿Qué podemos hacer? Legalmente nada salvo estar atentos a que ahora solo ponga un 0,5% de nuestro salario en el concepto «a cuenta convenio». Luego, ya sabéis, organizarnos en asambleas de trabajadores y sindicatos combativos para luchar por mejorar nuestras condiciones. Cuchichear y no actuar, nos mantiene en igual o peor situación.
Hace ya un tiempo, esta ONG subió nuestros precarios sueldos un 0,3% (por favor, si hay alguien que cree que estamos bien comparándonos con los que están mal, se ruega use su cerebro para pensar lo que cobran quienes están de puta madre). A través de sus medios de comunicación, Aldeas Infantiles, que parece que no tiene abuela, se felicitó por realizar un esfuerzo titánico tras la puta mierda de crisis en la que banqueros, empresarios y políticos nos metieron al resto... Unos 4 euros más empezamos a cobrar todos los meses en la nómina, hasta que en enero de 2017, la entidad incrementó de nuevo un 1,5% el salario, matando a la última yaya que le quedaba a tenor de las loas hacia sí misma que se dedicó. Además, aprovechó de manera despreciable para tratar de vendernos la moto sobre su deseo de evitar que perdiéramos poder adquisitivo.
En las dos ocasiones, Aldeas Infantiles nos trató poco menos de gilipollas, asegurando que velaba por el bienestar de sus empleados. Sin embargo, se ha descubierto el pastel.
En las nóminas, a partir de hacerse efectivos esos aumentos de sueldo, comenzó a dejarse ver un concepto llamado «a cuenta convenio», con la cantidad económica resultante de la mencionada subida, por cierto, una miseria como ya se comentó en otro artículo. Esa gentuza, que tiene currando más de 120 horas a la semana a las educadoras permanentes, que paga menos a compañeras que realizan igual trabajo que el resto de profesionales, que intenta acojonar o directamente despide a quien protesta, sabía que poniendo el concepto «a cuenta convenio» luego muy seguramente no tendría que subirnos el sueldo cuando las organizaciones vendeobreras UGT, CC.OO y sus amantes de la Confederació, la patronal, firmaran el nuevo convenio y su ridículo incremento salarial.
Resumiendo: la razón verdadera de la subida de Aldeas Infantiles siempre fue quedar a ojos de sus trabajadores como una empresa comprensiva y, de paso, absorver un posible aumento de sueldo una vez se actualizaran las tablas salariales con el III Convenio de Acción Social.
¿Qué podemos hacer? Legalmente nada salvo estar atentos a que ahora solo ponga un 0,5% de nuestro salario en el concepto «a cuenta convenio». Luego, ya sabéis, organizarnos en asambleas de trabajadores y sindicatos combativos para luchar por mejorar nuestras condiciones. Cuchichear y no actuar, nos mantiene en igual o peor situación.
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