martes, 1 de agosto de 2017

CC.OO. firma peores condiciones en el III Convenio de Acción Social

La firma del III Convenio de Acción Social de Cataluña, entre la patronal llamada La Confederació y Comisiones Obreras, supone una nueva cagada sindical por parte de esta central, y van ya ni se sabe cuantas.

Lo pactado hasta el 31 de diciembre de 2018, en términos generales, supone mantener unas condiciones laborales que ya se acordaron en 2010. En estos siete años el mundo del trabajo ha evolucionado; incluso en nuestro maltratado sector la mayor parte de los convenios suscritos han mejorado la vida de los profesionales. Sin embargo, este convenio nos ha hecho retroceder en derechos.

Igual número de días de vacaciones, misma jornada semanal y anual, un aumento de salario que no compensa la carestía de la vida desde que se congelaron nuestros sueldos allá por 2011..., y el resto un recorta y pega. Sólo se puede destacar una mejora, que es la obtención de un día para asuntos propios que no es necesario justificar ni recuperar.

La organización sindical firmante pone como excusa la intransigencia de la patronal, lo cual ha provocado que no se haya podido aspirar a más. Pero el problema no es la patronal, sino la actitud de CC.OO., profundamente antisindical y antidemocrática (entendiéndose esta como la que permite una participación en igualdad de derechos y oportunidades del mayor número de personas a las que afecta un asunto).


Comisiones Obreras, podía haber advertido de la racanería de La Confederació y desvelar los trapos sucios de unas entidades cuyos cargos directivos disfrutan de un tren de vida impensable para el resto. Podía haber llamado a la movilización y buscar alianzas con otras organizaciones sindicales. No lo hizo y no tiene pinta de que vaya a rectificar.

No es ético firmar condiciones a espaldas de las trabajadoras y trabajadoresEs necesario cambiar esta manera de hacer las cosas, implicando a profesionales y estudiantes en la lucha por los derechos de todas y todos. Esto no se consigue con uno o dos llamamientos, sino que necesita de un trabajo largo, donde se mantenga una predisposición, uno sea transparente, informe y capacite, y anime a dar el paso hacia la organización colectiva.

Siempre se dice: «es que la gente pasa», «nuestro sector tiene muy baja sindicación», etc., pero ¿quién se ha marcado una hoja de ruta a seguir para lograr otro panorama? ¿Alguna organización sindical se ha propuesto como meta ser generosa y favorecer la movilización de quienes trabajamos, en lugar de captar afiliación para acaparar mayor capacidad de negociación? En la CNT nos interesa que te muevas, que luches por lo que es justo. Luego, ya veremos si estás aquí o allá.

Acabemos con el Despotismo Ilustrado de determinadas organizaciones sindicales. No estamos en el siglo XVIII, sino en el XXI y eso significa poner en marcha la democracia directa, fomentar la participación de quienes tienen mucho que ganar o perder, enseñar que la solidaridad es la condición para lograr avances en materia de derechos humanos, dentro de los cuales están los laborales, y, claro, ganar, conquistar las mejoras.


No queremos organizaciones sindicales que se comportan como las patronales.

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