No hemos hablado del malo, el personaje siniestro que, agazapado en las sombras como las cucarachas, espera su momento para hacer acto de presencia: es el director de escena, un especialista en el género de la Farsa, del monólogo, del teatro de la crueldad; si participara en un entremés, haría de beata con una pizca de alguacil y alcalde: coaccionando, buscando paralizar al inocente, necesitando ejercer el poder sobre los demás para existir, siendo profundamente hipócrita y cobarde. Ya habrá tiempo para desenmascarar a este personajillo.
El cadáver de Mussolini, su amante y otros dirigentes fascistas, tras ser fusilados por los partisanos. |
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